
Reflexionando: ¿por qué Richard Branson comienza su día con un partido de tenis? ¿O por qué Jeff Bezos insiste en dormir 8 horas cada noche? Curioso, sabemos que no es porque les sobre el tiempo.
La realidad es que yo también me tardé en descubrirlo, pero nuestro cuerpo es como tener un Ferrari sin un manual de instrucciones. Podríamos funcionar mejor si prestamos más atención a nuestro hardware biológico. Y no, no hablo de actualizar tu iPhone.
De niños aprendemos principalmente observando a los padres, hermanos y las personas al rededor. Como líderes, tenemos una gran responsabilidad y no me refiero a las estrategias y los resultados monetarios, sino a que los colaboradores también están observando. Si tú te tambaleas, ellos dudan. Si tú te mantienes firme, ellos se fortalecen.
Un estudio de la Universidad de Harvard reveló que los empleados son 2.5 veces más propensos a adoptar hábitos saludables cuando sus líderes los practican visiblemente. Es como si tuviéramos superpoderes, ¿no crees? Con un gran poder viene una gran responsabilidad… y la necesidad de una gran siesta.
Si te regalaran el Ferrari de última generación, impresionante, potente, pero no sabes como funciona, ¿te animarías a conducirlo? Probablemente no (a menos que seas ese tipo de persona que nunca lee las instrucciones, en cuyo caso: “hola, yo he hecho lo mismo”
Parte de esas instrucciones pareciera que ya la conocemos, pero no en detalle, por ello me gustaría que revisemos algunas que podemos aplicar:
𝗘𝗹 𝘀𝘂𝗲ñ𝗼:
Es como el botón de reinicio de tu cerebro. Un estudio de la Universidad de California encontró que los líderes que duermen menos de 6 horas por noche toman decisiones un 40% menos efectivas. Aquí van algunas recomendaciones:
- Dejar de consumir alimentos por lo menos 4 horas antes de ir a dormir.
- A las 11:00 a. m. se genera la hormona de crecimiento. Deberíamos estar en la cama por tarde a las 10:30 p. m.
- Baja la temperatura de tu habitación a 18°C. Tu cuerpo asociará el frío con el sueño más rápido.
- Baño caliente antes de dormir, es contradictorio, pero funciona. El contraste de temperatura induce el sueño.

𝗡𝘂𝘁𝗿𝗶𝗰𝗶𝗼́𝗻:
Tu cerebro es como el motor del Ferrari. No le eches gasolina barata o se dañará.
- Más proteínas, grasas saludables (aguacate, omega-3, etc.) y vegetales, menos azúcares y harinas. Así se mantendrán los músculos fuertes y las neuronas vivas por más tiempo.
- Ayuno intermitente. No es solo una moda de Silicon Valley. Puede aumentar la claridad mental y la longevidad. Deja de alimentarte más temprano.
𝗘𝗷𝗲𝗿𝗰𝗶𝗰𝗶𝗼:
Sí, yo también he caído en esa afirmación de “no tengo tiempo para hacer ejercicio” pero es el equivalente a decir “el perro se comió mi tarea”. Prueba esto:
- Rutina de 10 minutos: Sí, leíste bien. Ejercicio de alta intensidad o pesas por al menos 10 minutos. Es como una reunión de emergencia, pero para tu cuerpo.
- Reuniones caminando: Mata dos pájaros de un tiro. O mejor dicho, quema calorías mientras cierras tratos.
𝗥𝗲𝘀𝗽𝗶𝗿𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗰𝗼𝗻𝘀𝗰𝗶𝗲𝗻𝘁𝗲 𝗼 𝗺𝗲𝗱𝗶𝘁𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻:
La práctica regular mejora las funciones ejecutivas como la toma de decisiones, la planificación y el control emocional. Antes de tu próxima decisión importante, prueba esto:
- Inhala por 4 segundos.
- Mantén por 4 segundos.
- Exhala por 4 segundos.
- Mantén por 4 segundos.
- Repite.
Es como un shot de tequila, pero al revés: te calma instantáneamente y no te arrepentirás por la mañana.
El verdadero ROI: Es el retorno de la inversión en “ti mismo”.
Un estudio de McKinsey encontró que los líderes que practican el autocuidado tienen un 22% más de probabilidades de liderar equipos de alto rendimiento.
Recuerda, cuidarte no es egoísmo, es estrategia para dar lo mejor. Es como ponerte tu propia máscara de oxígeno antes de ayudar a los demás. Excepto que en este caso, tu máscara de oxígeno podría ser una ensalada de aguacate o dedicar 10 minutos a meditar.

Así que la próxima vez que te sientas tentado a saltarte el gimnasio por una reunión más, recuerda: tu cuerpo es el hardware más importante que tienes. Trátalo como tal, y verás cómo tu liderazgo se eleva a alturas insospechadas.
Y si todo esto te parece demasiado, recuerda: Roma no se construyó en un día, pero apuesto a que sus líderes dormían bien por la noche.
¿Cuál es el hábito de autocuidado que más has descuidado últimamente y qué pequeño paso podrías dar hoy mismo para mejorarlo?