Minimalismo y liderazgo

La superficie dedicada a bodegas personales en Estados Unidos supera la superficie de todos los Starbucks, McDonald’s y Subways juntos. Loquísimos e incalculable la cantidad de espacio… Y si miramos cuanto estamos acumulando en nuestras propias vidas, ¿cuánto espacio mental y emocional estamos dedicando a “almacenar” proyectos estancados, “amistades o conexiones estratégicas” y una lista interminable de “por si acasos”? Minimalismo y liderazgo

Minimalismo y liderazgo

¿Cómo es para ti? En mi caso, el proceso de desprendimiento ha sido, y sigue siendo,  complejo y doloroso. Deshacerme de ese proyecto que ya no encaja con mi visión, pero al que me aferro por el tiempo invertido,  “desconectar” de algunos conocidos, decir “no” a eventos, congresos comités o reuniones que consumen mi tiempo sin aportar valor significativo… cada paso se siente como soltar una parte de mi identidad profesional construida sobre la cantidad.

A nivel personal, en 2018 empecé a llevar una vida minimalista y nómada, pero observándome aún después de 7 años, me sigue costando dejar ir pequeñas pertenencias, como “ese abrigo que me regalo fulanita”.

Es gracioso como, vamos cansados llevando todas estas cargas, pero nos aferramos a ellas, como si fueran vitales para vivir.

La psicología nos dice que la acumulación puede estar ligada a la aversión a la pérdida, un sesgo cognitivo poderoso.

Profundizando un poco más, muchas de estas tendencias tienen sus raíces en inseguridades de la niñez. Quizás la necesidad de acumular logros busca compensar una falta de reconocimiento temprana, o el aferrarse a objetos materiales, es un intento de llenar un vacío emocional de la infancia. Obvio todo esto nos ocurre inconscientemente, operamos como niños estresados trabajando en cuerpos adultos, buscando seguridad en el “hacer” en cantidad en lugar de en la calidad de nuestro “ser”.

Las cifras son un testimonio silencioso de nuestra obsesión por acumular, incluso en el ámbito empresarial. ¿Cuántas empresas mantienen software sin usar? ¿Cuántos líderes asisten a reuniones innecesarias por miedo a perderse algo? ¿Cuántos proyectos “zombies” siguen consumiendo recursos valiosos?

Imagina que cada objeto material o proyecto que posees está conectado a tu cuerpo por un hilo energético.  ¿Cuánta energía y tiempo requiere cada uno? ¿Es absolutamente necesario en tu vida?

Desde el liderazgo tal vez te llame la atención este concepto, soltar todo ese lastre profesional se siente como tomar un purgante estratégico. Al principio, es incómodo, incluso desagradable, el purgante hace que duela la barriga, para remover cosas que no necesita nuestro organismo.

Sin embargo, después viene “la ligereza”, mayor claridad mental y una energía renovada.

Tomándonos el purgante, podemos dejar espacio para la autoobservación y el de nuestros proyectos, espacio que antes ocupaban las “cosas” profesionales o personales que no sumaban.

Un ejemplo inspirador de un líder que ha abrazado la filosofía de “menos es más” es Mark Zuckerberg. Su vestuario simple y consistente no es una casualidad; es una decisión consciente de eliminar las decisiones triviales para enfocar su energía mental en lo estratégico.

La educación consciente nos invita a examinar nuestras motivaciones, a entender el “por qué” detrás de nuestra acumulación “hoard” personal y profesional. Minimalismo y liderazgo.

Al cultivar esta autoconciencia, podemos empezar a tomar decisiones más intencionales sobre lo que retenemos y lo que liberamos, moviéndonos de una reactividad impulsada por el miedo a una acción estratégica basada en nuestros valores y objetivos reales.

Liberarnos de la necesidad de acumular profesionalmente es un acto valiente y estratégico, un componente esencial de un liderazgo consciente y altruista. Al igual que el cuerpo se siente más ligero después de purgar lo que no le sirve, nuestra mente, alma y emociones se expanden. Minimalismo y liderazgo.

Cuéntame, ¿qué quieres acumular de forma consciente?

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